Cuenta la leyenda, que hace muchos miles de años, el gran dios llamado arutainiM (con M al final, el chabón no entendía bien todavía eso de los nombres, las mayúsculas, ni nada relacionado con el idioma castellano). Decía que cuenta la leyenda que estaba el dios pintando sus primeras miniaturas (un tipo crucificado, tres magos, una miniatura de un dios con tentáculos y la mejor de todas la miniatura de la nada). Estaba pintando la del dios con tentáculos cuando se encontró con que la base estaba muy pobre, le faltaba algo y se sentó a pensar. Tenía todo el tiempo del mundo por eso no se molestó cuando pasaron 6000 años y todavía estaba pensando, pero un día mientras caminaba por unas playas de lo que posteriormente sería la tierra del plata (Argentina) se sentó en una playa y se quedó dormido. Cuando se levantó estaba lleno de arena porque soplaba un viento del demonio (que es otro dios pero con una muy mala agencia de publicidad), cuestión que se levantó, y quiso pintar una miniatura y fue ahí que se cayó arena de su pelo (tenía pelo largo, hasta que hace poco se dio cuenta que le quedaba mal) a la base de la miniatura. Y quedó muy bien, ahí empezó a saltar con fuerza para poder sacarse la arena de su cuerpo y a gritar LO TENGO!!!
Años después escribió este genial mandamiento:
- Deberás utilizar arena de Claromecó para hacer las bases de tus miniaturas y sólo de Claromecó. Nada de Dunamar ni Reta.
Y así fue que este año, siguiendo el mandamiento, convencí a mi novia/compañera/amante/etc de ir a Claromecó y buscar esa arena mística. Y me traje como 2 o 3 Kilos envueltos en tres bolsas para no llenar de arena mística de Claromecó el coche, sino iba a dormir afuera con la arena de almohada.
Este es el fin de esto, espero que les sirva a todos ustedes el siguiente mapa para saber cómo llegar a la fuente de todas las arenas: la arena de Claromecó.
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